miércoles, 2 de diciembre de 2009
Sobre consistencias y otras impertinencias
Posted on 18:45 by escatologolandia
Leí en algún lugar -no pregunten cuando, no pregunten dónde- que un cierto emperador chino que no daba pie sin guarache, como se dice en nuestro México lindo y querido, sin los sabios consejos de un ministro especialista en escatología. Y no se especializaba este chino en el arte de las causas finales, más propias de la teleología o la metafísica, sino en el arte de la observación minuciosa de la caca. Cuenta la leyenda que el emperador aquél tomaba decisiones de todo tipo, desde la más insulsa e insignificante decisión administrativa de segundo orden hasta la más terrible de ellas como era la de declarar la guerra, anexarse un territorio o concertar la paz con una potencia vecina a través de la decisión de su encumbrado ministro. El arte, no por fácil que pueda parecer a primera vista, era sencillo: de consistencias, olores, colores y cantidades, como todos sabemos, están llenas nuestras evacuaciones; imaginen ahora la combinatoria de esas posibilidades vistas desde la mirada de un especialista. Ahora podemos entender por qué razón el imperio chino de aquél entonces era considerado una potencia, a pesar de tener un desarrollo ecónomico comparable al de los países europeos en la edad media. Considérese la prudencia de las decisiones ante la evidencia de tal metodología. Nietzsche decía que muchas de las decisiones de los hombres están condicionadas desde la lógica de sus procesos digestivos; nosotros, a la sombra de estos sabios chinos, tenemos que llevar esta consideración hasta sus últimas consecuencias: nuestras decisiones, tanto personales como políticas deberían ser consideradas en función de la cantidad y calidad de nuestras evacuaciones. Llámenme un utópico o un soñador, pero imaginen un mundo en donde todos los hombres, antes de tomar una decisión trascendente en sus vidas -y en la de los demás- se tomara el tiempo pertinente para escuchar el sabio consejo de sus evacuaciones; si no se pudiera evitar una que otra guerra, al menos se evitarían muchas desdichas personales que de otra forma se volverían inevitables al calor de una decisión tomada entre la bruma de nuestras pasiones o ante la frialdad desapegada del intelecto, que nada saben de nosotros comparado con el sabor que podría obtenerse de una fuente tan certera como lo es la caca.
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2 Response to "Sobre consistencias y otras impertinencias"
Mi querido Manuel...super filósofico, profundo, utópico. "La caca y su análisis como factor en la toma de decisiones" Digno de ser analizado, y leer hemeneúticamente no solo el texto sino el contexto de la caca misma.
¿"Dime cómo defecas y te diré quien eres"?
...deja mastico el punto... y luego vuelvo, tengo una urgencia y justo aprovecho el momento para pensarlo en "el sillón de pensar"
un abrazo y felicidades por haber encontrado la manera de reactivar, este nuestro primer proyectol.
y DIGO YO, SOLO POR DECIR ALGO...
Acabo de ver algo que para nosotros "tan finos" es inconcebible, y es como desde hace años en algunas regiones de CHINA, con los desechos humanos se està produciendo energìa,lo que ha ayudado en la precaria economìa de regiones pobres y aisladas de ese pais. El asunto ha sido tan exitoso, que estan trabajando para extenderlo hacia regiones mas pobladas...
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